El carro fantasma
Hace muchos años, a comienzos del siglo pasado, no existía luz eléctrica en Simoca. Don Norberto, un empleado de la Municipalidad, era el encargado de encender los faroles a kerosene que se hallaban en la calle 25 de Mayo. Por eso, la gente del lugar solía acostarse temprano, y las calles quedaban vacías muy temprano.
Entonces aseguraban que sucedía algo muy extraño: se escuchaba el deambular de un carro que producía un fuerte sonido, todas las noches: este carro hacía un recorrido desde el antiguo lugar donde estaba el Matadero hasta el mercado y regresaba al mismo lugar. Algunos dicen que si uno lo miraba quedaba petrificado por el espanto que producía ver este vehículo espeluznante y otros afirman que lo escucharon claramente pero nunca pudieron verlo. Se comentaba que era un alma encantada o en pena, que en vida hacía ese recorrido. En 1945, cuando llegó la luz eléctrica a Simoca, la leyenda desapareció. (Fuente: María Elena Campos).
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